Héctor y Samara nos cuentan qué les ha parecido:
Además, el jueves Miriam nos contó un cuento, una versión de La pequeña oruga glotona. Además de oír el cuento lo vivimos, ya que todo lo que le ocurría a la oruga nos pasaba también a nosotros. Fue una suerte, porque la oruga come cosas riquísimas.
Como nos ha gustado mucho la experiencia, algunos niños se han animado a preparar cuentos para contarlos en clase al resto de compañeros, y como ya han preguntado, si, pueden venir acompañados de sus padres, tíos o abuelos. ¿Alguien se anima?